Tycoon #2
No siempre fue tan rico. Esta caliente Esto dificil
Aaric Christos era un tipo que me protegía. Me quería. Tal vez incluso me amaba.
Ese hombre se ha ido.
En su lugar se encuentra el magnate inmobiliario más poderoso de la ciudad.
Es un empresario frío, despiadado y agresivo.
El único que puede salvarme a mí ya mi startup de la ruina.
Se necesita cada gramo de coraje para poner mi orgullo a un lado y pedirle su ayuda.
No esperaba que lo ofreciera fácilmente.
Y él no lo hace.
En su lugar, él me examina más fuerte de lo que él ha examinado a nadie.
No inviertas en lo que no sabes, dice.
Él está evaluando cada parte de mí, hasta el punto de que nunca me había sentido tan desnudo.
Anhelo por el chico que una vez conocí, cuyo toque me anhelaba una vez.
Vale la pena ponerlo todo en la línea, me digo a mí mismo.
Hasta que me doy cuenta, demasiado tarde, de que algunos riesgos no valen la pena.
Él es mi secreto más delicioso.
El Trajeado Caliente. Tuve una noche de sexo con él.
No sabía nada de él, ni siquiera su nombre.
Solo que compartimos un taxi y él se estaba quedando en el hotel donde yo trabajaba.
Nos encontramos en la habitación 1103. Donde él comandaba no solo mi cuerpo sino también mi alma.
Al día siguiente, él se había ido y yo solo tenía un recuerdo de él.
Todavía podía saborear sus besos, sentir su exigente toque.
Lo busqué por meses. Soñando despierta con él. Preguntándome si alguna vez lo encontraría.
Hasta el día en que me encuentro cara a cara con sus ojos negros de nuevo.
Él dice vamos a mantenerlo casual, y mi corazón sabe que enamorarse de este adicto al trabajo en un traje de tres mil dólares está fuera de la mesa.
Porque él tiene un secreto. Uno que es un factor decisivo para mí.
Mi Trajeado tiene un nombre.
Ian Ford
Y esta es nuestra historia.
Se suponía que sería un viaje rápido a Manhattan.
Mi mejor amiga estaba desconsolada. Ella necesitaba apoyo y yo necesitaba inspiración.
Esperaba amar la ciudad. Bullicioso. Loco. Nueva York inspiradora.
Pero terminé en el aeropuerto, volviendo a casa en las mismas condiciones en las que llegué.
En una rutina.
Agregue a todo eso, perder mi vuelo y perder mi portátil... mi portátil, donde la mejor historia de amor jamás se sentó en mi disco duro.
Entra Noah Steele. Inquietantemente familiar. Estrella de cine. Rompecorazones. Romeo sensual con ojos de dormitorio.
(Pero no iremos allí).
Él también perdió su vuelo.
Noah es tan ardiente, tan sexy que no lo toman en serio como actor y está luchando por lanzar su carrera en Nueva York.
Solo ha tenido novias superficiales, por lo que tiene problemas para mostrar verdadera pasión en su actuación, el mismo desafío que estoy teniendo con este libro.
Cuando nos conocimos, no sabíamos que nuestra conexión nos traería el cambio que habíamos estado anhelando.
Que seríamos exactamente lo que el otro necesitaba y no sabía.
La musa del otro.
