Tom debe cambiar a menudo de país y de identidad para preservar su secreto. De este modo, ha sido testigo y protagonista de grandes momentos históricos. Ahora sólo desea sentirse un hombre más. Así, se instala en Londres tratando de llevar una vida corriente y empieza a trabajar en un instituto como profesor de Historia, donde enseña a los niños sobre guerras y sucesos de los que ha sido testigo de primera mano.
Una historia de amor eterno sobre un hombre perdido en el tiempo, la mujer que podría salvarlo y las vidas necesarias para aprender a ser feliz.